Logótipo Próximo Futuro

"Design para um mundo complexo"

Esta obra discute o papel do design em nossa época, caracterizada ao mesmo tempo pelo excesso de informação e imaterialidade. O autor ressalta que, para que o design seja efetivo no mundo atual, deve-se considerar sua complexidade como “um sistema composto de muitos elementos, camadas e estruturas”. E cita a internet como maior exemplo: uma rede complexa a ponto de não ser inteligível. Seu livro é o oposto: expõe os dilemas dessa complexidade de maneira clara e acessível, tanto para o leigo quanto para o estudioso.
Design para um mundo complexo atualiza a discussão proposta por Design para o mundo real, publicado há quarenta anos, em 1971. Seu autor, o designer norte-americano Victor Papanek, alertava para a perda de sentido do design de matriz modernista crescente e perversamente estetizado em face de um mundo assolado pela miséria, violência e degradação, e conclamava os designers a saírem de seu universo autoreferente para projetarem soluções para o mundo real.

Para saber mais sobre esta obra de Rafael Cardoso, publicada pela Cosac Naify, com ilustrações de Francisco França e capa de André Stolarski, basta navegar até aqui.

Hay Festival, Cartagena de Indias (Colômbia)

Publicado30 Jan 2012

Etiquetas cartagena de indias colômbia hay festival

Tríptico de recuerdos... y bienvenida

¡Por fin volvió el Hay Festival a Cartagena de Indias!, comenta la gente en la ciudad colombiana. Y sólo ha pasado un año desde la última vez. Se refieren al inicio hoy del certamen cultural y literario creado aquí en 2006, pero fundado en Hay-on-Way (Gales) en 1988 y reproducido en otra media docena de ciudades de todo el mundo. Daniel Samper, Óscar Collazos y Mario Jursich, tres autores colombianos que no se han perdido ninguna de las otras seis ediciones del Hay Festival de Cartagena de Indias ejercen de anfitriones y dan la bienvenida a los lectores que nos siguen en este escenario virtual con el cual queremos llevar a sus ordenadores este evento: EL PAÍS en el Hay de Cartagena 2012. Los escritores nos cuentan las huellas que han dejado en sus vidas esta cita literaria. El resultado es un tríptico de recuerdos y de invitaciones a no perderse esta cita cultural que este año reunirá a más de cien creadores de todo el mundo en 66 eventos diferentes.

Con Samper, Collazos y Jursich abrimos la sección Bitácora coral de nuestro especial en la cual, cada mañana, tres autores invitados al Festival contarán en primera persona sus vivencias en una ciudad que desde hoy y hasta el domingo espera recibir a 35.000 personas en una quincena de escenarios. Por ello este diario ha preparado el especial EL PAÍS en el hay de Cartagena 2012, cuya programación puedes consultar aquí.

Para continuar a ler, é clicar aqui.

"Memorias del arte latinoamericano"

Composición de 1958 de Gyula Kosice para 'Grupo argentino Internacional Art Madi' y, a la derecha, portada de '7 pintores abstractos' (1957). / [AUTFOTO]collection gyula kosice / galería pizarro

Frida Kahlo, según su marido, Diego Rivera, es “la pintora más pintor y la prueba mejor de la realidad del renacimiento del arte de México”. Así lo escribió en un largo artículo de 1943. En el Manifiesto Madí de 1947, firmado por Gyula Kosice, Rhod Rothfuss y Arden Quin, quedan claras las directrices para los artistas que lo asuman: “El dibujo madí es una disposición de puntos y líneas sobre una superficie. La pintura madí, color y bidimensionalidad. Marco recortado e irregular, superficie plana o superficie curva o cóncava. Planos articulados con movimiento lineal, rotativo y de traslación”. Son dos ejemplos, elegidos al azar, entre los más de 10.000 documentos del Archivo Digital de Arte Latinoamericano y Latino (en Estados Unidos) del siglo XX puestos esta semana a disposición del público por el Museo de Bellas Artes de Houston (MFAH) y el Centro Internacional para las Artes del Continente (ICAA) en http://icaadocs.mfah.org.

Una labor que ha llevado más de 10 años y 50 millones de dólares (38,5 millones de euros), realizada por un equipo de un centenar de investigadores de 16 ciudades: de Buenos Aires a São Paulo; de Bogotá, Lima, Nueva York a Los Ángeles. La importancia de esta iniciativa estriba en que ha reunido y preservado documentos de una historia que todavía tiene muchos capítulos por fijar. “Se podría argumentar que la historia del arte latinoamericano del siglo XX está aún por escribirse”, afirma Mari Carmen Ramírez, directora del proyecto. “Al proveer acceso a fuentes esenciales provenientes de diversos países y contextos, el Proyecto de Documentos del ICAA pretende establecer las bases para una futura historia comparativa del arte moderno y contemporáneo de los países latinoamericanos”.

El arte latinoamericano vivió con pasión en el siglo XX todos los signos del modernismo. La abstracción o el surrealismo, el geometrismo y diferentes movimientos de acción política o estética, tuvieron su reflejo. ¿Reflejo? Así lo pensaban los propios protagonistas, de alguna manera disminuidos ante el poco aprecio internacional de sus manifestaciones. Se triunfaba en Europa y en Estados Unidos. El éxito local era un premio de consuelo. La proverbial incomunicación entre los propios países latinoamericanos hizo que la mayoría de los documentos surgidos de estas manifestaciones y artistas quedara dispersa. “Estamos ante un testimonio del alto nivel que alcanzó la producción intelectual”, explica la puertorriqueña Mari Carmen Ramírez. “Demuestra que en América Latina no solo se produjo arte, sino pensamiento teórico sobre el cual se fundamenta la producción artística. Se encontrarán muchos casos en que los latinoamericanos se anticiparon tanto en la teoría como en la práctica a desarrollos artísticos importantes en EE UU o Europa”.

Para ler o artigo completo de Fietta Jarque basta clicar aqui.

Egyptian protesters say 'the revolution never went away'

Publicado26 Jan 2012

Etiquetas egito jack shenker primavera árabe revolução

(Egyptians set off fireworks in Tahrir Square in Cairo to celebrate the first anniversary of

the 25 January uprising against Hosni Mubarak. Photograph: Mohamed Omar/EPA)

A year after the overthrow of Egypt's Hosni Mubarak, protesters return to Tahrir Square to hold the military to account

The final approach to Qasr el-Nil bridge on Zamalek island runs past a series of shaded gardens surrounding the national opera house, a rare patchwork of green amid Cairo's fume-choked Tarmac quilt. Mahmoud Hamdy remembered walking down this same road exactly a year ago to the day, heart pounding and eyes burning, as thousands of anti-regime protesters burst through police lines and struck a fatal blow to one dictator's three-decade aura of invincibility.

"I felt so confident that afternoon, almost dizzy," said the 24-year-old. "But when we reached the bridge there were lines of security troops blocking our way. They were there again on 28 January, making their last stand against the people.

"It was so difficult to pass, but we knew that everything rested on us doing so, everything rested upon us reaching Tahrir."

Twelve months later Hamdy once again found Qasr el-Nil impassable as he tried to make his way towards the capital's main square, the name of which has now become globally synonymous with occupation, resistance and revolt.

This time though it wasn't Hosni Mubarak's hated security forces blocking the way but hundreds of thousands of like-minded fellow citizens, all intent on converging on the same plot of land. They waved flags, held aloft placards, sang and danced and raised their fists in memory of the martyrs, filling first Tahrir, then all the traffic arteries leading into it, and then all the capillaries that branched off from them, until central Cairo – its buildings, its cars and, on Wednesday, its overwhelming volume of people – coagulated into one big revolutionary clot. "These are the Egyptians," nodded Hamdy approvingly. "This is how we speak our mind."

In the 365 days since Egypt's revolution erupted with a breathtaking shudder on to the world stage, the gap between its hopes and its achievements has yawned wide for Hamdy. Like so many others, he watched friends die, first in the struggle to bring down Mubarak and then again in the multiple uprisings that have taken place since, targeting the regime-friendly generals who replaced him.

Para continuar a ler o artigo do correspondente do The Guardian no Cairo – Jack Shenker – basta clicar aqui.

"January in Cairo - III"

(Menna Genedy, 'Egypt is the Land of Civilization’, 2011)

Countless languid women – abstract and figurative, sensual and monumental, modern and mythological – hang under the high-ceilings of a dustry building which resembles a recently deceased bank. This is Ibrahim Abd El-Rahman’s extensive collection of Egyptian paintings (I mentioned his gallery in my previous post on art in Cairo). Of these, perhaps the most striking are Ibrahim El Dessouki’selegant portraits (often of his wife, also a painter), which tempt comparison with Modigliani and Klimt. This collection of female forms – abstract and figurative, sensual and monumental – suggest certain trends in Egyptian painting and the nature of its buyers.

At Art Corner, a newish gallery in a Zamalek shop, two ink drawings lean casually against a wall. These are, I am told, the work of a French artist Paul Beanti, who came to paint the revolution and was arrested in Tahrir Square. The drawings give his account of arrest, attempted humiliation, striking back with satirical anger. The woman watching the gallery absent-mindedly whilst stringing a set of glass beads, goes to fetch one of Beanti’s paintings from the storeroom. When she returns, and the painting is removed from its bubblewrap, the exposed painting strikes me more than any of the other artists’ paintings on the walls: a composition in bright swathes of roughly applied orange, purple and yellow, the head of a sphinx emerges from within a haze of what looks like marker pen. The artist used sand and soil to give his work its roughness. The work made during his stay suggests he viewed his role as a foreign artist in residence in Cairo as that of agent provocateur (an interview in al-Ahram dutifully mentions that the artist’s main fascination – in his own [admittedly circumcised] genitalia – makes his work unacceptable in Egypt). These paintings look naked, aggressively so, insistently naïve. I wonder what art this revolution really needs.

Para ler o artigo completo de Orlando Reade, basta navegar até aqui.

"Foto/Gráfica: las imágenes que cuentan el continente latinoamericano"

Publicado24 Jan 2012

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Dos de los grandes fotógrafos que participan en la exposición 'Foto/Gráfica' en París comentan sus fotolibros, rescatados del olvido por Horacio Fernández (na foto)

Si lo dice el poseedor de una de las mayores colecciones privadas de libros de fotografía, debe de ser cierto o aproximarse a la verdad: "El fotolibro latinoamericano es el secreto mejor guardado de la historia de la fotografía". Martin Parr dixit. Para comprobar la nula presencia de exageración en esa frase, se puede acudir a Le Bal, el centro especializado en fotografía documental inaugurado en 2010 en París, para ver la exposición Foto/Gráfica. Una nueva historia de los libros de fotografía latinoamericanos, el muestrario de tesoros icónicos comisariado por el español Horacio Fernández que fue inaugurado la pasada semana en París.

Se trata de la première mundial de una exposición itinerante surgida a partir del libro El fotolibro latinoamericano, editado por RM y presentado el otoño pasado en Madrid. El público español tendrá que esperar a la primavera –o desplazarse hasta el XVIII distrito parisiense– para admirar esta exposición, que Antonio Sanz ha asegurado para la galería Ivorypress (Madrid) y Lesley Martin para Aperture (Nueva York), y que pasará también por Brasil y Argentina.

Fernández, cuya fotobibliofilia severa impulsó un esfuerzo titánico de documentación apoyado en su red mundial de informantes y oteadores, hace esfuerzos evidentes por quedar en segundo plano, a pesar del hito que supone lograr que Europa descubra las joyas que alberga la América Latina.  "La cultura latinoamericana siempre se ha defendido a sí misma como cultura letrada, pero esta muestra confirma la riqueza de la cultura visual en el continente", afirma. "No existe en todo el mundo una relación entre literatura y fotografía tan apasionante".

Para ler o artigo completo, basta navegar até aqui.

Dar Al-Ma’mûn: candidaturas até Março

Dar Al-Ma’mûn é um centro internacional para residências artísticas, localizado em Tassoultante, uma povoação a 14 km de Marraquexe, no Vale de Ourika. Anualmente o centro recebe entre 15 a 20 artistas marroquinos e internacionais, existindo apoio para a produção das suas obras bem como um programa de visitas personalizadas aos ateliers por profissionais internacionais (críticos, curadores, instituições). Próximo prazo final para candidaturas: 5 Março 2012.

Mais informações em francês, inglês e árabe, no website do Dar Al-Ma’mûn.

"Um homem aluga a sua balança num passeio de Tunes"

(Fotografia de Miguel Manso, em Tunes)

Na Tunísia, no primeiro aniversário da Revolução do Jasmim, o programador e ensaísta António Pinto Ribeiro, procurou os sinais de mudança e encontrou todas as contradições e radicalismos dos períodos pós-revolucionários. Lembrou o 25 de Abril português: "São impressionantes as semelhanças." Mas responderam-lhe: "Na vossa revolução, vocês não tinham um deus tirano a intervir em favor de uma das partes."  
Dezenas de homens vestidos de escuro estão sentados nas esplanadas e nos cafés e fumam muito. Outros, de pé, ocupam os passeios da rua em grupos, alguns de mãos dadas. São novos, velhos, a maioria tem um ar triste. Calcula-se que o desemprego ronde actualmente os 20% ou 30%, sendo que haverá regiões da Tunísia, em particular na costa e no Sul, em que pode atingir os 40%. São raras as mulheres sentadas nos cafés da Avenida Habib Bourguiba. Acontece às vezes entrar uma, directa ao balcão, tomar um café de pé e voltar a sair sem desviar o olhar da direcção por onde caminha. Muitas usam o véu e algumas o niqab, o véu que tapa completamente o rosto. Onde está a revolução?  
É Inverno, o frio obriga a usar agasalhos pesados, um vento sopra dia e noite e dói. Um ano depois da Revolução do Jasmim, que começou a 14 de Janeiro de 2011, em Túnis, capital da Tunísia, dias depois de o jovem Mohamed Bouazizi, vendedor ambulante de frutas e legumes, se ter imolado pelo fogo. Nesse dia, começou o fim da ditadura de vinte e cinco anos de Ben Ali. Hoje, muitas ruas continuam encerradas ao trânsito, praças e secções de avenidas estão cercadas por grandes rolos de arame farpado produzido exclusivamente por fábricas militares. Alguns tanques ocupam as praças, mas parecem ao abandono, tendo apenas um ou dois soldados muito jovens a guardá-los. Onde está a revolução?  
A medina tem actividade comercial reduzida e são poucos os turistas que por ela passeiam. Na Avenida de França, os homens a vender casacos forrados de lã não param quietos no passeio para não gelarem. O casaco numa das mãos, a outra metida no bolso das calças. Alguns, muito poucos, atrevem-se a vender dois, um em cada mão.  
Quando os palácios oficiais e particulares da família de Ben Ali foram tomados, os revoltosos encontraram milhões de dinares e ouro. Os taxistas fizeram as contas e dividiram pelos 10 milhões de tunisinos. Agora cada um reclama a sua parte e não entende por que o dinheiro não foi todo entregue ao povo. Onde está a revolução?  
A Faculdade de Letras e das Artes de Manouba esteve encerrada em Dezembro e parte de Janeiro porque duas estudantes queriam assistir às aulas com o rosto tapado com o niqab, o que é contrário a todos os regulamentos universitários. Depois de verem recusada a entrada nas salas de aula – podem frequentar muitos dos espaços universitários, inclusivamente a biblioteca -, boicotaram as aulas com a ajuda de militantes salafistas e agrediram professores. É a pressão dos fundamentalistas do Ennahda, o partido que ganhou as eleições para a assembleia constituinte e formou um Governo que deveria ter carácter provisório e ser semipresidencialista.  
Contudo, o primeiro-ministro Hamadi Jebali controla todos os poderes e o Presidente Moncef Marzouki, que vem da luta pelos direitos humanos, insuspeito de ser antidemocrata, não representa mais do que um papel decorativo. Por outro lado, e apesar de não ocupar qualquer cargo governativo, Rashid al-Ghannushi, o dirigente do partido Ennahda, é quem controla o poder, ambicionando tornar-se o guia espiritual da Tunísia, numa espécie de versão árabe dos ayatollahs, e é na verdade o primeiro-ministro e ministro dos Negócios Estrangeiros oficioso.  
De qualquer forma, no meio dos quarenta ministros que compõem o Governo, que é um Governo de alianças, são grandes as contradições, com o ministro da Cultura, o sociólogo Ezzeddine Bach Chaouech, a reclamar que o direito à liberdade de criação e de expressão seja inscrito na Constituição. Ao mesmo tempo, deputados da maioria reclamam que se inscreva na mesma Constituição a obrigatoriedade de os cursos nas universidades serem interrompidos durante as cinco orações diárias dos muçulmanos. Não necessariamente inscrito na Constituição, mas como regulamentos escolares, está a pretensão de interditar as turmas mistas, proibir a leitura e o estudo de Madame Bovary, de Flaubert, acusada de ser prostituta e Nietzsche de ser ateu. Onde está a revolução?  
Cravos por jasmim  
São aos milhares as armas que circulam entre os cidadãos, a maioria roubada durante os primeiros dias da revolução. Há pequenas manifestações todos os dias, seja para contestar decisões tomadas pelo Governo, seja de grupos na reivindicação dos seus interesses, seja de natureza explicitamente política, como aquelas dos jornalistas contestando a nomeação de dirigentes islamistas para os órgãos do Estado, seja dos intelectuais e dos artistas ocupando em permanência uma praça frente à sede do Governo.  
Muitos dos muros da cidade que foram grafitados depois de 14 de Janeiro já desapareceram, tapados por cartazes publicitários ou tapumes que preparam a construção de novos bancos ou condomínios.  
Contudo, alguns tunisinos com sentido da História e da memória fotografaram e filmaram a maioria desses murais e grafittis.  
Onde está a revolução é a pergunta que faz o visitante apressado ou o tunisino já decepcionado com a falta de emprego, a falta de estabilidade social e económica, a queda assustadora do turismo, uma das mais importantes fontes de receita, as tensões sociais e a deriva política aparentemente inesperada que foi o voto maciço no partido Ennahda.  
E, no entanto, a revolução existe. A liberdade de imprensa é um facto que se traduz nos editoriais, no jornalismo de investigação, na cobertura sem restrição dos acontecimentos sociais e nas páginas do internacional.  
Se durante a ditadura eram muitos os tunisinos que acediam clandestinamente aos canais de televisão, na actualidade, isso é um facto na grande maioria das casas da classe média, que podem aceder a mais de 3.000 canais oriundos só do golfo e dos países do Médio Oriente, a que há a somar os canais franceses, espanhóis, a BBC e a CNN.  
E a abertura de editoras, a publicação de livros de autores tunisinos, as traduções, as novas livrarias. A Millefeuilles, a mais famosa livraria de Tunes, que existia muitos anos antes do 14 de Janeiro e deve o seu nome a ter sido antes uma pastelaria, teve de acrescentar prateleiras para poder expor todos os livros que agora já pode vender em liberdade.  
A revolução ainda está na rua, uma frase a fazer ecoar a revolução do 25 de Abril de 1974, que é uma evocação permanente de cada vez que se fala do modo como o 14 de Janeiro aconteceu e de cada vez que se pergunta sobre o futuro deste país.  
Na verdade, são impressionantes as semelhanças, uma espécie de filme, de um clássico que corre diante dos olhos nas ruas e nas reuniões em Túnis com tunisinos. A liberdade do debate tantas vezes excessivo na forma, a crítica intempestiva e a ironia são traços desta similitude.  
Num teatro, o público de uma comédia de costumes sociais, uma espéci e de teatro de revista, aplaude entusiasticamente de cada vez que uma personagem salafista ou membro do Governo é caricaturada ou criticada, o Facebook e o Twitter continuam dinâmicos – são muitos aqueles que, talvez por precaução, continuam sob nomes falsos a colocar posts ou a twitar.  
As revoluções fazem aparecer o que de melhor e de mais horrível está latente numa sociedade. A Revolução do Jasmim não escapa a esta constante. Daí não poder ser surpresa que, a par com a generosidade e a intervenção cívica, tenham emergido também os fanatismos religiosos e as vontades totalitárias. A este propósito ainda perguntei se alguma companhia de teatro teria montado recentemente O Parque, de Botto Strauss, ou Hamlet Machine, de Heiner Muller.  
Parece que não. Isto porque o teatro foi das poucas artes toleradas pelo regime de Butos Ali, que, sabendo do impacto reduzido que teria sobre a maioria da população, com taxas de analfabetismo elevadas e alheia na sua quase totalidade ao teatro, lhe permitia vender uma imagem de Governo tolerante.  
Mas o mais interessante neste contexto, é que, depois da euforia revolucionária, da vontade de mudar a cidade, o país e o mundo no dia seguinte, da sensação de que tudo é possível, vem depois o cansaço, a ressaca, o desencanto.  
Tudo isto estava presente no colóquio organizado pelo festival Rencontres Théâtrales de Cartago, um festival internacional que conta maioritariamente com a presença de companhias do Médio Oriente, do Magreb, algumas da África Subsariana e poucas companhias europeias apresentadas pelos seus institutos de origem, seja o Goethe, o Instituto Francês e outros.  
O tema do colóquio era o Teatro e a Revolução, discutido por actores, encenadores, jornalistas e programadores, na maioria da região mediterrânica. As discussões eram acaloradas, muito especialmente sempre que intervinham os tunisinos, os iraquianos, os sírios.  
Tratava-se da urgência de encontrar um teatro revolucionário ou de fazer o teatro seguir a revolução. A disciplina era difícil de manter por qualquer moderador, os pontos de ordem à mesa sucediam-se, houve tentativa de boicote de uma reunião, por muitos considerada anti-revolucionária. Na verdade, assistia-se à aprendizagem trôpega da democracia em funcionamento, de muito ressentimento e de vontade genuína de alterar o estado da situação cultural. Mas deve-se acrescentar que também se tratava de assistir ao conflito entre o velho – o velho teatro, os velhos responsáveis pelas instituições culturais da Tunísia, os velhos argumentos do teatro da identidade tunisina (quando, na verdade, o teatro começa na Tunísia, como em todo o Médio Oriente, só no século XIX...) – e o novo, pouco representado ou pouco expressivo, porque ou não estariam presentes os seus actores ou porque não saberiam como se fazer ouvir num ambiente tão conflituoso.  
Mais uma vez, alguém pergunta como foi o teatro e a revolução de Abril e é importante dizer que houve também um momento de excesso de expectativas nos dias seguintes, quando se pensava que muitas obras-primas sairiam das gavetas onde tinham sido fechadas pela censura e, na verdade, tal não aconteceu ou aconteceu pouco simplesmente porque, sob um regime de ditadura, é muito difícil criar. E que, por este motivo, surgiu a decepção, mas que foi possível, depois, construir um teatro em democracia com muitos textos importantes, com encenadores e actores notáveis, que foi possível construir um teatro contemporâneo em liberdade. Mas que tal demorou tempo, alguma disciplina e recursos financeiros e aprendizagem da profissão e da democracia.  
E quando perguntaram que ameaças existiam entretanto, tentei chamar a atenção para formas demagógicas da cultura artística que podem surgir: a obsessão por uma arte da identidade que pode acabar num nacionalismo patético e isolacionista, o kitsch como forma de expressão artística e política populista e a vitimização do artista, que é uma forma de chantagem inadmissível sobre a sociedade. E que o que acontecia neste momento na Tunísia como no Egipto era que aquilo que se designa como o cultural ainda estava acontecer na rua e era prioritário vivê-lo.  
Viver em liberdade  
A laicidade do Estado e a instauração da democracia são as questões de fundo e as razões das tensões e dos conflitos que hoje emergem na sociedade tunisina. O editor Karim Ben Smail é um tunisino com uma formação feita em França e nos Estados Unidos mas há muito residente em Túnis, e orgulha-se de ter publicado e distribuído na clandestinidade obras relevantes para os seus leitores durante a ditadura. Agora edita sobretudo ensaios porque é a "experiência de viver em liberdade", ensaios em especial de psicanalistas e de jornalistas, os romances novos e a nova ficção vão precisar de mais tempo. Como em Portugal, digo eu. É um dos intelectuais que se puseram a estudar a revolução dos cravos quando o 14 de Janeiro aconteceu. Também ele repete que são muitas as semelhanças entre as duas revoluções, mas que há um "detalhe" substantivo: "Na vossa revolução, vocês não tinham um deus tirano a intervir em favor de uma das partes", diz, glosando assim aquilo que é a manipulação pelos islamitas integrados no partido Ennahda, a quem responsabiliza pelo abuso dogmático na interpretação do Corão e nas tentativas de controlo total e regimentado da sociedade tunisina. Ainda lhe digo que, à época, houve alguns membros da Igreja Católica que tiveram em Portugal um comportamento abusivo, mas há que reconhecer a diferença, que é fulcral e que começa necessariamente na tentativa de impor uma ditadura do quotidiano dos tunisinos. Em seguida, diz-me também da sorte que tivemos de, à época, termos parte de uma Europa democrática a ajudar Portugal financeiramente mas, principalmente, a integrar as regras da democracia. O que eles têm mais presentes são regimes ditatoriais do golfo ligados aos salafistas a apoiarem as facções mais retrógradas do mundo muçulmano.  
Para eles, os tunisinos, a Europa está tão perto quanto distante. Na verdade, Túnis está a 30 minutos de avião de Palermo, a 40 minutos de Malta, a 1h20 de Genebra, a 2h30 de Paris, a 3h de Lisboa e, contudo, a Europa a que pertencem estas cidades está muito distante na solidariedade concreta e é suspeita de, para conservar os seus interesses comerciais, ser incapaz de solidariedades políticas para os protagonistas e herdeiros da Revolução do Jasmim.  
Na Avenida de França, defronte à loja dos Artigos de Desporto do Magreb, um homem sentado no chão aluga a sua balança aos transeuntes por um preço equivalente a 30 cêntimos. No mesmo passeio, poucos metros à frente, vendem-se postais ilustrados da Tunísia. A maioria são postais de Túnis no Verão com fotos coloridas por buganvílias vermelhas a treparem eufóricas pelos muros e pelas casas brancas da cidade.  

António Pinto Ribeiro

(cf. artigo no Público, 19.01.2012)

"The Unspoken", de Nandipha Mntambo

Publicado19 Jan 2012

Etiquetas áfrica do sul exposição nandipha mntambo stevenson

(Installation view)

Destaque para a mais recente exposição individual da artista Nandipha Mntambo, que no verão de 2011 participou no Programa PRÓXIMO FUTURO com a instalação "Casulo" nos Jardins da Gulbenkian.

The exhibition comprises sculptures and drawings made with cowhide and cow hair, and paintings in oil on canvas. Unlike the distinctive figurative forms that the artist has previously made familiar to us, the drawings and paintings are abstract and ambiguous. They could also be perceived as parts or fragments of bodies such as bums, elbows, bellybuttons or toes, or the ears, nose, mouth, anus and vagina through which we draw in and expel life forces.

Mntambo describes the impulse behind The Unspoken:

The work I am making gives form to the loud silences in our lives that seem to be hidden but are actually in plain sight, if we choose to see them - or the conversations that one only ever has with oneself, even though others are having similar conversations, also with themselves. In terms of forms, I think of folds, holes, bumps, crevices and spaces that are indeterminate in some respect. They engage our attention and draw us into a space, but an element always remains hidden from view, never fully revealing itself. In this way we are reminded of the sentences that are edited out of our exchanges even though others may well be aware of our unspoken thoughts and feelings.

Para saber tudo sobre a exposição, basta navegar até ao website da galeria Stevenson.

"Baloji: the sorcerer of African rap"

Publicado18 Jan 2012

Etiquetas baloji música rap república democrática do congo

New direction: Baloji put behind him the life of an illegal migrant who survived for years through petty crime

Congolese star Baloji tells Mark Hudson how he conquered adversity to ascend to a global stage

'When you’re at the airport, about to be deported, there’s no friendly cop to tell you you can phone your family,” says Congolese rapper Baloji. “That happens in films, not in reality. I was crying, telling them I didn’t want to go. Congo is my country, but I’d been living in Belgium for 20 years. That was the moment I realised the strength of my connection to Europe.”

One of the most exciting talents to emerge over the past year – his current album Kinshasa Succursale is a superbly nuanced blend of verbal passion, traditional Congolese sounds, funk and reggae – Baloji could be the artist to give African rap a truly global profile. Despite the massive popularity of rap on the continent itself, and isolated successes such as Somali wordsmith K’Naan, the international perception of African hip hop has been of imitative gangsta rap at one end of the spectrum and bland positivism at the other.

Baloji, however, has the great advantage of being able to look at Africa from both inside and outside. He understands the contradictory position of the African in Europe having plumbed it to the depths in his own life. Commanding in performance, philosophical in conversation, he has been, in more difficult stages of his life, just the sort of shiftless, stateless marginal person who puts the wind up settled Western society – a sometime illegal migrant who survived for years through petty crime.

Para continuar a ler o artigo sobre o músico Baloji, que a 26 de Junho de 2011 deu um concerto memorável no Anfiteatro ao Ar Livre da Gulbenkian, no âmbito do Próximo Futuro, basta clicar aqui.

"January in Cairo II: The Ministry of Culture"

“When the revolution happened, every artist I knew put down their materials.” William Wells, director of the Townhouse Gallery, is well placed to speak. Some say he has done more for contemporary Egyptian art in the last decade than the Minister for Culture. In 1998 he established the independent art space in downtown Cairo, in a nest of streets where for some time the ahwas(coffee-shops) have been busy with political dissidents. The gallery took an active role in the uprising, giving their space over to the revolutionary Radio Tahrir. “Many artists moved very smoothly into political activism, using their skills in the service of the revolution.”

Tahrir became a theater for political operations which harnessed extraordinary creativity: “In the first eighteen days vendors mixed with artists … it was hilarious, people were responding to things very quickly, creatively. Moments after the regime announced that the protesters were representing the United States, someone in Tahrir Square had produced books which said ‘US Agenda’, ‘Israeli Agenda’ and so on.” When protest encompasses everything that art has – or aims for – the privileged seclusion of art seems obsolete. Artists started to collect and organize data, to serve the revolution by making real information available online. “There was mass documentation … filmmakers started making work around the square itself.” “Then another group of revolutionary artists: filmmakers, grafiti artists came running.” Artists turned to raw data collection to record state violence: “people were taking USB sticks from phones … people filming people filming.” Townhouse helped to set up screens in Tahrir Square where this work could be shown. Then “the army smashed the screens … we created something and they destroyed it.”

Para ler o artigo completo de Orlando Reade, basta clicar aqui.

"A year later. Arab cinema at the time of the Revolution"

Publicado16 Jan 2012

Etiquetas egipto primavera árabe síria tunísia walid aboul-seoud

In Egypt the film balance sheet is meager : film-makers are still blaming the revolution of January 25 for this lack of production, which has been halved, 40 films were made last year as opposed to 18 this year. Only 10 films have been shot since the revolution.

The balance sheet for Tunisia, the precursor to the Arab revolutions, has been quite positive, with a more abundant and rich production which has gone from five to ten films. "This year we have produced ten films and this is a considerable number for Tunisia, even though most of them are not about the revolution and the rest were written before Ben Ali’s escape", noted the comedian Nadia Boussetta who starred in Histoires tunisiennes and is currently about to appear in a film by the director Mohamed Demq. For singer and comedian Yasmine Aziz, this growing level of production is a sort of rebellion, Ben Ali having muzzled everything through censorship. The director Nouri Bouzid, for his part, is waiting for the cinema release of his new film, while Elyes Baccar has just presented his documentary about the Tunisian revolution, Rouge Parole.

Syria also continues to boom as it started to two years ago. The production of Syrian films has gone from two films in 2010 to five this year. A fairly weak number for a cinema  industry which has bequeathed some great names such as Moustapha Al-Aqqad, who directed the film Al-Ressala, Mohamed Malas as well as the comedian Kenda Allouch. The latest arrival in Syrian cinema is the feature film by Saïd Joud, Mon dernier ami. For him the pursuit of work is a challenge to the events currently taking place in Syria. Syria has also presented a further four films this year, including Nawafez lelroh (the windows to the soul), by Ammar Al-Ani, starring Gamal Soliman in the role of someone who recollects his past and unveils Syria’s history.

Para ler o artigo completo de Walid Aboul-Séoud basta clicar aqui.

"La communauté des utilisateurs de Facebook se mobilise en soutien de Mustapha Ramid au portefeuille de la Justice"

Publicado13 Jan 2012

Etiquetas crise magharebia marrocos mustapha ramid siham ali

L'incertitude plane encore sur le sort du nouveau gouvernement marocain

La composition du nouveau gouvernement marocain est encore incertaine, plus d'une semaine après sa présentation au Roi Mohammed VI.

Des sources au sein du Parti pour la justice et le développement (PJD) ont indiqué que le souverain hésitait encore sur quelques-uns des noms proposés par le Premier ministre Abdelilah Benkirane le 24 décembre, à l'issue des négociations avec ses alliés d'Istiqlal, du Mouvement populaire et du Parti pour le progrès et le socialisme (PPS).

"Certaines réserves ont été émises", a déclaré le président du conseil national du PJD, Saadeddine Othmani, dont le nom a été proposé pour le portefeuille des Affaires étrangères. "Ces réserves pourraient même entraîner une révision des portefeuilles ministériels."

L'une des nominations controversées est celle de Mustapha Ramid au poste sensible de la Justice, a expliqué un haut responsable du PJD qui a demandé à conserver l'anonymat. "Sa très forte personnalité et sa défense affichée au dossier des salafistes seraient parmi les causes de cette réticence en haut lieu", a-t-il expliqué à Magharebia.

Para continuar a ler o artigo de Siham Ali basta navegar até Magharebia.

BOOK CAFE and MANNENBERG closure, ZIMBABWE

BOOK CAFE, MANNENBERG CLOSURE IS A BLOW TO THE CREATIVE INDUSTRIES IN ZIMBABWE

Arterial Network Zimbabwe learnt with profound sadness the imminent closure in its current location of the Book Cafe and Mannenberg, one of the most vibrant arts centres in Zimbabwe.

Book Cafe and Mannenberg will close its doors at Fife Avenue Mall in Harare after 15 years. The building owners, retail giant OK Zimbabwe and its agent, Old Mutual, one of Africa’s largest property, finance and insurance conglomerates whose parent company is in South Africa, advised that the owners will occupy the premises from 2012. “Owner occupation” is often the only means by which a lease can be technically cancelled in this way under Zimbabwe law.

The Book Cafe and Mannenberg have epitomised good practice in arts entrepreneurship within a development framework, demonstrated by their impressive milestones: in 15 years the venues achieved: 7,500 concerts and events (mainly music and poetry), 650 public discussions, 90 book launches, 35 theatre productions and staging of 250 international touring acts. 600,000 audience entered the twin venues since opening, as Book Cafe in 1997 (with Luck Street Blues), and Mannenberg in 2000 (with historic performances by jazz pianist Abdullah Ibrahim). About 350 artists earned a livelihood at the venues in 2011 alone. 1200 artists participated annually in development programmes. 950 events were staged annually since 2008, and prior to 2008 about 600 events.

Para continuar a ler o artigo de Josh Nyapimbi no website do MIMETA-Centre for Culture and Development basta clicar aqui.

Vasl International Artists' Workshop, Pakistan

(Performance de Adnan Madani, VASL workshop, Paquistão)

VASL (which means “to come together” or “a meeting point”) is an artists’-led collective that has been running workshops and residencies in Karachi for the last 7 years. Vasl brings together local and international artists for a period of intensive exchange of ideas and art practice. They are a part of a Network of Workshops under Triangle Arts Trust UK, which was set up by Robert Loder, and Sir Anthony Caro in 1982.

VASL conducts and offers Artists Residencies, Workshops and Educational Outreach. The workshops and Residencies have created an alternative learning space outside formal educational institutions, thus enabling the visiting artist to share issues of identity and art practice on a different level. On its website, it engages and connects people from all over the world with a strong level of dialogue on issues of identity, and the role of the creative process in forging cross-cultural links.

They are committed to having a forum for exchange and experimentation, between art communities in Pakistan and abroad. Over the last two years, they have been working with our partners in South Asia to create more links between artists through the web.

VASL INTERNATIONAL ARTISTS' WORKSHOP

Call for Applications: Performance, Moving Image and Sound

Application deadline: Friday January 13th

Workshop dates: 23rd February to March 12th, 2012
In 2012 Vasl Artists’ Collective is hosting its third international workshop in Karachi, Pakistan. Workshops are short intensive residencies that include a diverse range of participants in a larger group than regular residency programmes at Vasl. This workshop will focus on performance, moving image and sound.
Applications are open for ten Pakistani and international artists practicing in these mediums, and for those interested in working with performance, moving image and sound for the occasion of the workshop. Artworks will be developed throughout the project and shown to the public through interventions in the city over the two weeks and at an ‘open day’ display on the final weekend.

Applications should include:
·      A cover letter detailing your interest in participating, (no more than 800 words).
·      A CV with portrait.
·      Contact details of two referees.
·      Documentation of previous works. (Please do not send files of more than 8MB over email. Send any large files via filesharing sources – Yousendit/Dropbox, etc, or provide website links to works viewable online.)

Para mais informações, basta navegar até aqui.

convocatória para artistas a partir da Colômbia

Publicado10 Jan 2012

Etiquetas arte pública artistas colômbia plataforma

Se anuncia en Colombia la IV Convocatoria de artistas para Acción en Vivo y Diferido

La plataforma colombiana Acción en Vivo y Diferido - AVD - promueve habitar las localidades y espacios públicos, en miras de explorar las fronteras nómadas que sus transeúntes construyen (como agentes sociales) en dichos territorios. Además plantea el encuentro en espacios públicos con el objetivo de  subvertir sus dinámicas sociales, resignificar sus geografías simbólicas e imaginarios intersubjetivos. Es por esto que incita a ejercer actos creativos desde el empoderamiento de lo ciudadano de una manera crítica, poética y efímera, trastocando las relaciones de biopoder que configuran la cotidianidad social y el habitar dichos espacios.

El Encuentro AVD, es un evento anual que explora de manera intensiva la relación existente entre arte contextual y ciudadanía. Anualmente convoca a activistas y artistas que indaguen sobre los espacios públicos en diferentes localidades de Bogotá (en Vivo) y en espacios públicos de otras ciudades y países (en Diferido), a través del arte de acción e intervenciones urbanas.

Para saber mais, basta clicar aqui.

últimos dias para ver a obra de Huarcaya

Publicado9 Jan 2012

Etiquetas exposição fotografia peru roberto huarcaya

ROBERTO HUARCAYA, "La Nave del Alto Peru"

(da série "Recreación Pictórica"), 2009-2011.

Últimos dias para ver a primeira exposição individual em Portugal do fotógrafo peruano Roberto Huarcaya, que em 2010 ganhou o Prémio de Fotografia "Petrobrás - Buenos Aires" com uma das 28 imagens que agora integram a sua mostra na galeria do Palácio Galveias ("Playa Pública / Playa Privada", 2010).

A mostra enquadra-se na programação do PRÓXIMO FUTURO, em parceria com o Programa Gulbenkian de Ajuda ao Desenvolvimento. É co-produzida pela Casa da América Latina (em Lisboa), com o apoio da Câmara Municipal de Lisboa e da Embaixada do Peru. Intitula-se "Subtil Violência" e é também composta por 3 vídeos que partem de questões fotográficas.

Para ver até ao próximo dia 15 de Janeiro, com entrada livre (terça a sexta, das 10h00 às 19h00; sábado e domingo, das 14h às 19h).

a primeira edição depois da Revolução

 

Começam hoje as Journées Théâtrales de Carthage, na Tunísia, concretizando assim a sua 15.ª edição. É a primeira desde a revolução e é também a primeira vez, na história deste festival, que as actividades se estendem para além da capital, incluíndo assim as cidades Sousse, Sfax, Le Kef, Gafsa e Medenine.

Durante o fim-de-semana, dias 7 e 8 de Janeiro (sempre a partir das 09h30), será tempo de "Encontros-Debates", organizados em grandes núcleos temáticos:

RESISTANCES

-Modérateur :

Mohamed Mejri, Institut Supérieur d’Art Dramatique, Tunisie.

-Intervenants :

Mohamed Mahmoud Driss, Institut Supérieur d’Art Dramatique, Tunisie.

Roger Assaf, Théâtre Chams, Liban.

Ralf Henke, Festival Theaterlandschaften, Allemagne.

Ahmed Chniki, Algérie.

Renato Sarti, Teatro della Cooperativa di Milano, Italie.

TEMOIGNAGES

-Modérateur :

Youssef Bahri, auteur, Tunisie.

-Intervenants :

Halima Daoud, Comédienne, Tunisie.

Leila Toubel, Théâtre Al Hamra, Tunisie.

Hafedh Jedidi, Faculté des Lettres et des Sciences Humaines de Sousse, Tunisie.

Ahmed El Attar, Studios Emmed Eddine, Egypte.

ESTHETIQUES

 -Modérateur :

Basma Ferchichi, Institut Supérieur d’Art Dramatique, Tunisie.

-Intervenants :

Ezzedine Abassi, Institut Supérieur d’Art Dramatique, Tunisie.

Antonio Pinto Ribeiro, Fondation Calouste Gulbenkian, Portugal.

Abdelwahed Ben Yasser, Maroc.

Mohamed Chafik Ismail Hamza, Institut Supérieur d’Art Dramatique, Koweit.

Emile Lansman, Lansman Editions, Belgique.

HORIZONS

-Modérateur :

Nawel Skandrani, Chorégraphe, Tunisie.

-Intervenants :

Mohamed Moumen, Faculté des Lettres de Sousse, Tunisie.

Pierre Abi Saab,  Journal Al-Akhbar, Liban.

Velia Papa, Festival Inteatro, Italie.

Richard Martin, Théâtre Toursky, France.

Raed Asfour, Théâtre Al Balad, Jordanie.

Para consultar o Programa completo, a história deste festival e o editorial da presente edição, basta clicar aqui.

An education in funding Arab arts

Publicado5 Jan 2012

Etiquetas árabe arte artistas beirute líbano produção cultural

Salameh believes in investing in individuals rather than buildings. (Grace Kassab/The Daily Star)

BEIRUT: Time was, artists and arts administrators in this country wished that Lebanon were more European. Standards vary from state to state but, historically, Western European governments have demonstrated a degree of financial and institutional commitment to art and cultural production that the managers of Lebanon’s meager state had no means, and little interest, to emulate.

With no local support for cultural production, Lebanese artists without independent means have had to rely on financial assistance from Europe, whether from Mother France or the EU.

Perceived as extensions of the social welfare state, Europe’s art funding infrastructure has been under threat since the end of last century, the ideological menace finding populist political traction in the wake of the crisis in global finance capitalism that coincided with the end of the second Bush administration.

While the European model of arts infrastructure has come under siege, alternative sources of funding have been evolving in the Middle East. Arab filmmakers have increasingly been lured to a web of production grants spinning out of film festivals in Qatar and the UAE (in both Dubai and Abu Dhabi).

Para continuar a ler o artigo de Jim Quilty, basta clicar aqui.

The Art of Listening

Publicado4 Jan 2012

Etiquetas África henning mankell maputo moçambique

Maputo, Mozambique

I CAME to Africa with one purpose: I wanted to see the world outside the perspective of European egocentricity. I could have chosen Asia or South America. I ended up in Africa because the plane ticket there was cheapest.

I came and I stayed. For nearly 25 years I’ve lived off and on in Mozambique. Time has passed, and I’m no longer young; in fact, I’m approaching old age. But my motive for living this straddled existence, with one foot in African sand and the other in European snow, in the melancholy region of Norrland in Sweden where I grew up, has to do with wanting to see clearly, to understand.

The simplest way to explain what I’ve learned from my life in Africa is through a parable about why human beings have two ears but only one tongue. Why is this? Probably so that we have to listen twice as much as we speak.

Aqui, para continuar a ler o artigo de Henning Mankell.

a cena artística no Cairo depois da revolução

Publicado3 Jan 2012

Etiquetas arte cairo egipto primavera árabe revolução

Uma previsão do que poderá ver no PRÓXIMO FUTURO na edição de 2012...

"O Nilo, esse, mantém-se tranquilo"

© Amr Abdallah Dalsh / REUTERS

Onze meses depois do início da Primavera Árabe, o programador e ensaísta António Pinto Ribeiro fez check in num hotel ao lado da Praça Tahrir. Nos dias seguintes, os combates recomeçaram. "Parei de escrever a minha novela; a realidade é mais veloz do que a minha ficção", disse-lhe a escritora Magdy El Shafee.

Estou no Cairo em Dezembro de 2011, onze meses depois da revolução do Nilo, iniciada a 25 de Janeiro, uma das datas dessa revolução regional que os media designaram como Primavera Árabe. Não sabendo muito bem onde ficar, hospedei-me naturalmente num hotel perto da Praça Tahrir por onde, aliás, o táxi que me conduzia do aeroporto fez questão de passar, indicando-ma como lugar de peregrinação; e claro que a minha primeira saída para a cidade foi exactamente para ver a Praça Tahrir.  

Exalava um cheiro nauseabundo resultante do facto de, nas redondezas, haver uma única casa de banho, numa mesquita vizinha e naturalmente insuficiente para responder às necessidades dos milhares de pessoas que por ali passavam ou lá estiveram acampadas. Já não eram muitas as tendas, a maioria num estado miserável, e a população que por lá andava era constituída por mendigos e algumas centenas de jovens, muitos deles tentando vender aos poucos turistas os novos gadjets da revolução.  

Foi uma decepção este primeiro confronto com a praça-símbolo que há meses vem alimentando a ideia de uma libertação possível para os egípcios, para os árabes, para os europeus e também para mim que, como milhões de pessoas no mundo inteiro, viram naquela praça e no que nela se passou a possibilidade de um novo mundo. Claro que os cínicos dirão com a sobranceria do seu egoísmo e da sua ignorância que o fracasso era previsível. Não só não era previsível - como a própria revolução não o era à altura - como, pior do que isso: que tinham feito os cínicos, e em particular os europeus, para que tal não acontecesse? Como sempre, nada!  

Nos dias seguintes à minha chegada os combates de rua recomeçaram inesperadamente com enorme violência, fazendo mais feridos, mais mortos e prisões, e obrigando os hotéis das redondezas a encerrarem por falta de turistas e a entaiparem as janelas e as portas sumptuosas para evitarem a destruição ou a invasão. Forçado a mudar de hotel, no momento em que saía, o recepcionista chorava porque esse seria o seu último dia de trabalho. Com um salário baixo e uma família para sustentar, num país onde não existem as protecções do estado social (não há subsídio de desemprego), ele iria juntar-se aos milhões de outros egípcios no desemprego: 30, 40, 50 por cento?  

Ninguém é capaz de dizer o número exacto. Esta incapacidade, mais do que indiciar a ausência de uma informação estatística, é o reflexo da total desconsideração e alheamento a que o governo anterior tinha votado a população. Não lhe interessava minimamente saber o estado em que ela se encontrava e ignorava completamente as suas condições de vida e as suas dificuldades de subsistência.  

Com a intenção de ser solidário simultaneamente com os protestantes da Praça Tahrir e com o recepcionista, disse-lhe que em Portugal tínhamos passado por um processo semelhante, e que a situação iria acalmar e ele ia conseguir ter uma vida mais normal, queira isto dizer o que se quiser, mas não fui nada convincente. O recepcionista continuou a chorar enquanto tratava de fazer o checkout aos poucos hóspedes que ainda restavam. Depois, tivemos que descer para a cave, atravessar as dispensas e a cozinha, saindo por uma porta exígua para a rua, onde um motorista amigo esperava para nos levar a um hotel noutro bairro, mais seguro, já do outro lado do Nilo.  

Duas janelas  

Nesse hotel para onde me mudei a sensação de desolação mantinha-se. Embora aos funcionários sejam actualmente dadas instruções para dizer que todos os hotéis do Cairo estão com taxas de ocupação de mais de 60%, na realidade, esse valor é falso e é muito inferior. Nas ruas, e exceptuando os jornalistas presentes na Praça Tahrir, ou nas ruas que lhe dão acesso, e alguns funcionários das embaixadas do vizinho bairro de Zamalek, não se encontram mais estrangeiros.  

Os restaurantes internacionais estão praticamente vazios e os taxistas oferecem preços de saldo para quem quiser visitar as pirâmides. A televisão estatal transmite em duas janelas: a da esquerda está sempre a transmitir a imagem da Praça Tahrir, enquanto a da direita vai alternando entre telenovelas, notícias de desporto, talk shows, etc.  

A poluição é assustadora: uma neblina de gases está permanentemente suspensa sobre a cidade, tornando o ar irrespirável e a luz do sol rarefeita. O corpo dói com a sensação de estar intoxicado e não há garrafas de água suficientes para tentar lavar a garganta. O tráfico caótico, o zhama, e o buzinar, o hiza, constante tornam-se a cada hora que passa mais insuportáveis, e a deslocação para a baixa da cidade é mais difícil do que nunca, porque quando a ponte principal que faz a ligação entre as duas margens do Nilo está desimpedida, são aos milhares os carros que param para os mirones olharem a Praça Tahrir.  

Numa cidade onde não há qualquer regra de trânsito que não possa ser infringida com a maior naturalidade, a confusão é total. A piorar a situação, muitas ruas foram cortadas ou tornaram-se intransitáveis por causa das barreiras de blocos de cimento construídas pelo exército para melhor controlar os manifestantes.  

Para se ir do bairro de Zamalek à Townhouse Gallery, do outro lado do rio, demora-se duas horas a mais do que era costume. A Townhouse Gallery é, desde a sua fundação, em 1998, um dos mais criativos e alternativos centros culturais do Egipto, e o seu director e os artistas que ali trabalham ou residem estão preocupados. Anónimos começaram a fotografar e a filmar toda a gente que sai e entra do edifício e a inauguração de uma exposição foi cancelada porque a rua foi interdita ao trânsito. Todos se sentem ameaçados, tanto mais que a Townhouse Gallery é conhecida como lugar de acolhimento de ex-presos políticos, mulheres violadas e artistas militantes.  

Aqui se faz teatro, dança e exposições e nenhum texto é censurado, porque até agora a comunidade internacional, e sobretudo as organizações holandesas e alemãs, tem exercido forte pressão para proteger este espaço de liberdade de criação.  

O mesmo receio tem o director do Temple Independent Company, outro centro de produção de artes performativas do Cairo que tem adiado sistematicamente as estreias das suas produções. "Eles", diz-me, "já começaram a tapar as estátuas e as mulheres sem véu são insultadas nas ruas". Com o receio de que o álcool seja interdito, "muitos começaram a comprá-lo em glandes quantidades, tendo em vista consumi-lo em tempo de ilegalidade, ou vendê-lo como futura fonte de rendimento, no mercado negro".  

"Eles" são os salafistas ou "os barbudos", como lhes chamam. "Uns fascistas", dizem alguns, e diferenciam-nos, apesar de tudo, dos Irmãos Muçulmanos, tentando explicar-me que estes últimos são como os democratascristãos na Europa. De qualquer modo, não há fundamentalistas moderados, como bem o escreveu recentemente o escritor e poeta marroquino Tahar Ben Jelloun (n. 1944) - ser fundamentalista religioso é incompatível com ser racionalista moderado.  

A comunidade artística egípcia está dividida. Muitos foram os que adiaram estreias de espectáculos, concertos e tournées na Europa, ou cancelaram os projectos, uns porque as obras que estavam a criar foram ultrapassadas pelos acontecimentos - "Parei de escrever a minha novela; a realidade é mais veloz do que a minha ficção", diz a escritora Magdy El Shafee (n. 1961) - outros porque a verdadeira arte hoje está na rua.  

No Youtube existem dezenas de curtos documentários, canções, fotos, que mostram ao mundo o que está a acontecer todos os dias. O Youtube é, aliás, o glande écran multiplex dos altistas egípcios comprometidos com a revolução. Outros artistas, pelo contrário, sentem-se traídos pela revolução e pelo exército e só desejam partir. Decepcionam-se com amigas que, ou condicionadas por familiares ou por iniciativa própria, começaram a tapar o rosto com a niqab. Acusam a Europa de nada entender do que se está a passar e os seus cronistas e opinion makers de serem levianos nas análises da situação. Muitos têm amigos no Peru e em Santiago do Chile e é para lá que querem partir.  

Eu estou aqui, no Cairo, para preparar a edição do Programa Próximo Futuro (da Fundação Calouste Gulbenkian) do ano que vem, e todos eles me dizem que é a Europa que não tem futuro porque se fechou como uma fortaleza sem alma.  

Ressentimento  

A violência continua, e agora é claro que os inimigos da praça já não são só os salafitas ou os nostálgicos de Mubarak, mas o próprio exército, que deixou de ser um exército amigo para se transformar num poder contestado e a quem todos reclamam que abandone o poder. Não será nem fácil, nem rápido, porque o exército controla toda a máquina administrativa do país e as suas cúpulas detêm parte do poder financeiro, sendo responsáveis por muita da corrupção que grassa.  

Mas a violência exercida sobre os manifestantes e, particularmente, o episódio da mulher espancada na praça, a quem parcialmente desnudaram - um dos maiores ultrajes que se pode infligir a uma mulher neste e noutros países muçulmanos -, tornaram impossível a reconciliação dos manifestantes com os militares.  

Os manifestantes da Praça Tahir, que depois dos primeiros resultados das eleições começavam a perder o apoio da população, foram agora assimilados pelas manifestações de milhares de mulheres que, condenando cenas de violência como a que sofreu Farida Elhessy (que se sabe agora que era médica e que estava na praça para tratar os feridos) reclamam o fim do conselho dos militares.  

Estes protestantes do Cairo não são nem uma força homogénea, nem pertencem à juventude de qualquer partido político. Há os que são manifestantes autênticos, mas há também, confundidos nestas manifestações, pequenos ladrões, carteiristas e até skinheads árabes. Aliás, dever-se-á a estes últimos as cenas de provocação com cocktails molotov que acabaram por causar o incêndio do Instituto Egípcio.  

Fundado em 1798, durante a invasão do exército de Napoleão Bonaparte e considerada a instituição científica mais antiga do país, a sua biblioteca guardava manuscritos, mapas e cerca de 200 mil livros antigos, que arderam quase na totalidade. Os que não arderam, foram transportados em camiões, e o destino de muitos deles é uma incógnita. Há quem diga que alguns, salvos, já estão a caminho de antiquários e leiloeiros europeus.  

Uma das obras que ardeu quase na totalidade foi um dos raros manuscritos da Descrição do Egipto, elaborada durante a campanha napoleónica (1798-1801), o que, na versão de um jovem sociólogo que participou no trabalho de recolha dos salvados, vai permitir que as editoras francesas comecem desde já a preparar edições em formato de bolso ou de luxo/chic. Este ressentimento face a muitos estados europeus é recorrente, em particular no seio do sector cultural e artístico, que se viu ao longo dos últimos trinta anos abandonado pela grande maioria das organizações europeias, apesar de no país e na capital serem vários os institutos culturais agregados aos ministérios dos negócios estrangeiros.  

E, no entanto, no Cairo existe há muitos anos uma comunidade artística e cultural inventiva, trabalhando com recursos mínimos: há excelentes fotógrafos, a literatura egípcia, em árabe, inglês ou até francês, é extraordinária, jovens escritores emergem combinando a BD com narrativas curtas, os bloggs são inventivos e revelam atenção às questões internacionais pertinentes, bandas tocam noites e noites em antigos palácios onde fumar é possível e, apesar de o ambiente ser muitas vezes próximo do irrespirável, as festas acabam com o sol a irromper velozmente, como é próprio do Norte de África.  

Muitos são os enfeites a desejarem um Bom Natal em inglês às entradas dos hotéis mas também em algumas ruas, o que não deixa de ser senão a confirmação da globalização de uma festa europeia numa cidade maioritariamente muçulmana e onde a minoria cristã copta só celebra o seu Natal em Janeiro.  

À noite continuo a leitura de Os pequenos mundos do edifício Yacoubian (de 2002 e editado em português, pela Presença, em 2008), de Alaa El Aswany, um dos mais lúcidos e fascinantes escritores egípcios da actualidade. Ler este livro a poucas centenas de metros da Praça Tahrir é confrontarmo-nos com uma narrativa que parece ter previsto toda a revolução egípcia, e através dela se entende melhor a complexidade deste país.  

Sobre a pequena mesa do quarto amontoam-se outros livros de outros autores egípcios que é urgente ler: Gamal El- Ghitani, Khaled El-Khamissi, Latifa, Al-Zayyat, Bahaa Taher Chedid. Uns antigos, outros actuais, nos seus textos estão escritas as inquietações sobre o Egipto e sobre os egípcios.  

O Nilo, esse, mantém-se tranquilo. À superfície, as suas águas são de uma tal calmaria que neste momento se torna até desesperante...  
 

[Artigo no jornal Público (no P2), 30 de Dezembro 2011]

Río Revuelto: LA MANIF(I)ESTA de la 6 de Marzo - Años Viejos 2011

Publicado2 Jan 2012

Etiquetas arte popular río revuelto

Recorrido por la Calle 6 de Marzo el 28 de diciembre del 2011. Al igual que el año pasado Río Revuelto comparte imágenes de la más impresionante manifestación de arte popular contemporáneo...
(continuar a ler aqui...)