"A cor que caiu do céu", em estreia no Próximo Futuro
Published22 Jun 2015
Sergio Wolf nasceu em Buenos Aires em 1963. Crítico, docente, argumentista e realizador cinematográfico. Foi juri de festivais internacionais de cinema em Los Angeles, Gijón, Montreal, Gramado e Valdivia. É o realizador da longa metragem que estreia hoje na 2ª sessão da Cinemateca do Próximo Futuro, dedicada a filmes de Ficção Científica de África e América Latina, El Color que cayó del cielo (A Cor que Caiu do Céu), de 2014: um documentário em torno dos caçadores de meteoros, numa viagem a partir de Campo del Cielo, na Argentina, até Pittsburgh e Tucson, nos Estados Unidos, que é também a descoberta da sabedoria indígenas, de mitos, lendas e figuras deste universo.
Un meteorito ha caído en la provincia de El Chaco, en Argentina, en la zona de Campo del Cielo. A partir de esa premisa, Sergio Wolf encontró una historia extraordinaria. Tan extraordinaria que, si uno la cuenta, nadie la creería. Pero para eso está el documental: para rescatar historias desconocidas y, al mismo tiempo, sorprendentes. Eso es lo que nos presenta “El color que cayó del cielo”, segundo documental del cineasta y crítico de cine argentino.
¿Cómo descubrió Wolf el proyecto? “El que terminó siendo el productor ejecutivo del filme me contó unas líneas, y ahí se dibujó un documental”, comenta el realizador, quien está en Lima para presentar su película. “En mi caso, siempre aparece un documental narrativo. Me interesa la excavación de historias desconocidas y creo que esta historia tenía todo: cubría un arco temporal muy largo, tenía el tema del tráfico de meteoritos, el lado de los conquistadores de meteoritos. La dificultad fue construir una unidad en una historia que tenía varias líneas”, añade el realizador.
En efecto, cómo dice Wolf, el meteorito de 37 toneladas se convierte en un objeto de deseo, tanto de un científico de la Nasa, William Cassidy, como de Robert Haag, un comerciante de estas piedras estelares que fue a Argentina a intentar robárselo, por increíble que parezca. El cineasta va a EE.UU. y entrevista a estos dos personajes. “Mi idea, al ir a Estados Unidos, fue dejar que la gente hablara e inventar situaciones a través de las cuales un personaje muestre lo que es sin que yo tenga que poner un texto en off. Si no arruinaba la escena, el personaje se iba a definir por sí mismo, cosa que ocurrió”, señala el realizador.
EL HOMBRE DE LOS METEORITOS
Sin duda, Haag resulta un absoluto descubrimiento: un auténtico ‘showman’, capaz de contarte las historias más increíbles delante de la cámara. “Intuía el tipo de personaje que era Haag”, dice Wolf. “Yo me preguntaba cómo podía un tipo ser capaz de robarse un meteorito de 37 mil kilos. Y confiaba que el desarrollo de la escena iba a funcionar: sabía que no iba a comenzar preguntádole del robo, sino que él hablara lo que quisiera de los meteoritos y en un momento llegar al robo. Y era un reto manejar el personaje sin que te comiera toda la película, aunque es inevitable que, al final, todos te hablen de Haag. Pero siempre hay una estrella”, añade el cineasta, quien considera que encontrar buenos personajes es fundamental en un documental.O artigo completo, aqui