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Cubismo pop a la brasileña

Romero Britto tenía ocho años cuando comenzó a pintar sobre hojas del periódico de Pernambuco de su Recife natal. Se topó con el cubismo a los 20, de paso por Europa, y con el arte pop en Estados Unidos, donde hoy vive. En las últimas dos décadas ha expuesto sus pinturas y esculturas en más de 100 galerías y museos de todo el mundo. Ha retratado a Keneddy, a Bush padre, a Clinton y a Lady Di. Incluso, a los reyes Juan Carlos y Sofía y a la infanta Leonor. Por primera vez, la obra de este referente del cubismo neo-pop tiene su rincón en Madrid.

Se trata de la Pop Gallery 11 (Maldonado 11), donde esta semana se ha inaugurado la exposición permanente enteramente dedicada al artista brasileño: son más de 20 cuadros, 30 esculturas y varias decenas de objetos. Estos últimos, que van desde tazas, bolsos y termos hasta relojes, paraguas y floreros, son detalles de los cuadros vueltos objetos, se venden a precios accesibles y responden a una de las máximas del trabajo de Britto: permitir que su arte llegue a la mayor cantidad de manos posibles.

La misma lógica funciona para su arte en gran formato. Tres de sus obras más célebres, The Big Apple, emplazada en el aeropuerto John Fitzgerald Kennedy de Nueva York, la recreación de la pirámide de Guiza en el Hyde Park de Londres y la escultura Blue, en el aeropuerto internacional de Moscú, tienen sus versiones en pequeña escala para decorar espacios pequeños, incluso en el hogar. Bien lo ha puesto el propio Britto en una frase tan sencilla como contundente. “El arte es demasiado bueno para no compartirlo”.

“Cuando conocí la obra de Britto en Miami quedé absolutamente deslumbrada. No lograba entender cómo había llegado a todos lados, incluso a países fríos y nórdicos y no se conocía en España, donde tenemos un carácter más alegre y desenfadado, más acorde con el color, el optimismo y la alegría que despiden la obra de Britto”, explica la directora de Pop Gallery 11, Paola Casha. “El de Britto es un arte que permite quitar la idea de que el arte es exquisito y que hay que saber mucho para disfrutarlo”, añade enseguida.

La exposición permanente de Britto, (“nuestro buque insignia”, lo describe Casha), se combinará con muestras itinerantes que recorrerán el país. Ya ha habido una primera experiencia en Zaragoza en marzo pasado y se preparan las de Barcelona y Valencia para los próximos meses.



in El País.