O jovem, o novo e o moderno
Published23 Apr 2015
Dardo Savino, ensaísta e critico literário argentino, publicou recentemente um livro em torno do conceito de juventude. Las Fuentes de la juventud interroga esta noção, colocando em confronto diversos contextos, épocas e autores. A revista 'N' a Clarín entrevista o autor.
–¿Cuándo surge el concepto, la idea de “joven” y/o “juventud”?
–Para griegos y romanos se trataba de la edad en que los varones se independizaban de la tutela paterna, en la que dejaban de ser menores y se convertían en mayores. Para las mujeres, en cambio, se trataba de la edad del paso de la tutela de los padres a la del marido. En mi ensayo planteo que la modernidad comienza cuando la emancipación de los varones se desplaza a la vida de los pueblos. La juventud de los pueblos es el momento de su emancipación de la tutela colonial. Por eso las democracias modernas están, a mi entender, estrechamente vinculadas con la independencia, con el “principio de auto-determinación” de los pueblos, algo que las democracias antiguas ignoraban. Ahí se empieza a decir también que los pueblos tienen, como los individuos, infancia, juventud y madurez. Para Kant, la Ilustración era la emancipación de los hombres, el momento en que dejaban de pensar bajo la tutela de otro y se volvían mayores de edad: se auto-determinaban.
–¿Por qué la política moderna gira en torno del pasaje a la juventud?
–Conforme avanza el siglo XIX, la modernidad conoce una segunda etapa en que las ideas de mayoría y minoría sufren una transformación crucial. Los menores eran hasta entonces quienes vivían bajo la tutela de los mayores. “Reconocer mayoría” significaba aceptar la supremacía de alguien y subordinarse a él. Como en las democracias modernas los pocos deben subordinarse a los muchos, minoría y mayoría empezaron a significar eso: la parte más chica y la más grande de una asamblea. Pero la característica de la política moderna hacia 1830 consiste en que las minorías se emancipan de la tutela de las mayorías. Las minorías empiezan a percibirse como los grupos que traen consigo nuevas formas de vida: las vanguardias.
–¿Cómo afrontan la idea de juventud Rosas, Alberdi o Echeverría? ¿Por qué necesitan definirla?
–Con Echeverría, Alberdi y Juan María Gutiérrez, con la Asociación Joven Argentina, como la llamaron en el 1838, la juventud se convierte en un sujeto político. Se percibe como la minoría que rompe con la mayoría, es decir, con el orden actual: la juventud trae el futuro, la vida nueva, el hombre nuevo. La víctima de El Matadero es un joven, precisamente. Surge así en la Argentina una figura histórica que va a reaparecer con la Reforma Universitaria de Córdoba y con el guevarismo de los 60 y 70. Ambos movimientos van a tener amplias repercusiones latinoamericanas e incluso mundiales.
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