Crescimento cinematográfico na América Latina
Published3 Nov 2014
Pelo malo, realizado e escrito por Mariana Rondón, ganhou 20 prémios, entre os quais a Concha de Oro no Festival de San Sebastián 2013. Foi visto por mais de 240 mil espectadores na Venezuela e acaba de estrear em Buenos Aires. A partir deste caso, Cecilia Fiel analisa o momento florescente do cinema em alguns países latino-americanos como Venezuela, Paraguai, Chile e Colombia.
En 2005 se aprobó en Venezuela una nueva Ley de Cine, que trajo un importante crecimiento en su producción. “Antes de la ley se producía sólo un largometraje por año. A partir de 2005 el promedio es de unas 20 películas anuales”, dice Raúl Bravo, abogado venezolano especialista en cine y productor de El silencio de las moscas (Elieser Arias, 2014), filme que ya ha participado de 32 festivales internacionales.
Algo similar ocurre en el resto de Latinoamérica. Paraguay es un caso interesante. Según la consultora privada Ultracine, en 2012 y 2013 se produjeron en el país –incluyendo a 7 cajas –, tres títulos anuales. Pero al terminar la segunda parte de este año se habrán estrenado cinco largometrajes y otros tres habrán terminado su rodaje, “algo que pasa por primera vez”, dice Agu Netto, jefe de Medios Audiovisuales del Ministerio de Cultura de Paraguay. En un país sin ley de cine y sin apoyo estatal, esto puede explicarse por varios factores entre los que Netto destaca “la organización de los gremios y la confianza del público y de los cineastas luego del éxito de 7 cajas ”. El filme que puso al Paraguay en la escena internacional fue Hamaca Paraguaya (Paz Encina, 2006), premiado en Cannes; le siguieron Cuchillo de palo (Renate Costa, 2010), premiada en el Bafici 2010, y el cortometraje Carai Norte (Martín Martinesi, 2009). Los dos últimos se estrenaron en el Festival de Berlín.
Pelo malo, cine bueno, na Revista Clarín